Latest Movie :

CRONICAS CORNUDAS: LA MUJER QUE QUISE SER



Gracias por esta maravillosa Cronica enviada por el amigo Alejandro!!



HOLA

Les comentaré algunos detalles  de mi relación de cornudo consentido y travesti que estoy viviendo desde hace un par de años.  Tengo 28 años y mi mujer  tiene 26.

Actualmente mi mujer me cornea con su jefe, un caballero cuarentón, por cierto de muy buen ver, quien está enterado que permito su relación con mi esposa pero que no desea que yo participe o que los vea coger, así  que solo he podido contemplar, admirar y, por qué no, desear el tremendo falo del macho corneador cuando mi esposa me permite espiarlos; claro, sin que él esté enterado que, desde algún lugar de mi casa, estoy viendo como se coje y goza a mi mujer.

Les aclaro que todos los compañeros de mi mujer saben que ella es la puita del jefe, le exige que vaya a trabajar en minifaldas, zapatillas altas, vestidos cortos, escotados, etc. En fin, tiene a su muñequita sexual en plena oficina.

El  fin de semana pasado asistimos mi esposa y yo, a una reunión-cena del trabajo de ella; su jefe continuamente iba a nuestra mesa a platicar, sobretodo con ella, se acercaba mucho a su cara mientras que con su mano acariciaba su muslo. Ella llevaba un vestido color plata muy corto y muy pegado y zapatillas de 10 cm; tiene el pelo largo, negro y lacio y lo movía constantemente peinándolo, lo cual es un claro gesto de coqueteo. La sacó a bailar un par de veces y la apretaba mucho a su cuerpo y ella lo permitía porque puso ambas manos alrededor de su cuello. Yo hacía como que eso no era de importancia pero todos los asistentes me miraban y se sonreían con morbo, tal vez pensando que soy un super cornudo y que la puta de mi esposa en mi nariz se da vuelo con su amante. El cenó en nuestra mesa, claro junto a ella y no dejaban de platicar vanalidades sobre algún cliente del despacho o situación cómica de la oficina. Cuando nos despedimos, como a las 12 de la noche. vi que él también se despedía del anfitrión y salió detrás de nosotros. Ya manejando, unas cuadras adelante, me alcanzó en una amplia avenida y me hizo señas que me detuviera; así lo hice detrás de su carro y mi esposa se bajó y se encaminó a su carro por el lado del copiloto. Se veía hermosa, su largo pelo negro se volaba con el viento y ella trataba de controlarlo, admiré sus torneadas piernas, sus exquisitas nalgas que casi se veían en ese minivestido color plata, caminaba como una modelo con esas zapatillas altas. Varios conductores que pasaban le tocan el claxon pensando que era una puta encaminándose al carro de un posible cliente. Se agachó por la ventanilla del copiloto para platicar con su jefe y pude ver cómo se le subió más el minivestido, dando la imagen de una puta de boulevard pactando con un cliente. El viento de la madrugada continuaba moviéndole el pelo y ella lo controlaba con dificultad sin dejar de reir. A veces volteaba  verme y me sonreía y seguía moviendo su cabeza negando algo que él le pedía. Así estuve admirando a mi esposa varios minutos hasta que la vi incorporarse y caminar hacia mi carro; mientras llegaba a mi carro oía los gritos de algunos conductores y el sonido de sus claxon.


 Se asomó por la ventanilla del copiloto y recogió su bolso, me dijo, -Te veo en casa cariño, no me esperes despierto. La vi alejarse y antes de subir al carro de su jefe, volteó a verme, se sonrió y me mandó un beso.
Yo fui a casa y la esperé hasta que la oí llegar a las 3:30 de la mañana; llegó cansada, cojida y olorosa a semen. Se desvistió dejando todo junto a la cama y quedó acostada completamente desnuda. Cuando sentí que se durmió, salí de la recámara con su ropa y la revisé;  su vestido estaba húmedo de la parte de enfrente, lo cual fue porque (según me platicó después) en el camino al hotel le estaba haciendo una rica mamada y al terminar en su boca, ella se estaba ahogando y se le salió la leche cayéndose en su vestido. Revisé sus bragas, estaban húmedas de tanta leche que le da su macho; me las puse,  rápidamente me vestí como ella estaba vestida, con su minivestido color plata, sus medias, sus zapatillas y me fui a la sala de la casa a masturbarme pensando que yo era ella y que esa rica cojida me la daban a mi.

Cuando tuve mi superorgasmo y abrí los ojos, vi que ella estaba parada viéndome masturbar, se sonrió, me tendió la mano y me dijo - ven cornudito, vamos a la cama, haces mucho ruido y no me dejas dormir, La abracé y caminé junto a ella, tratando de contonearme como ella lo hizo en el boulevard. Me ayudó a desvestirme y me prestó un camisón y una de sus bragas de encaje, -ponte estas limpias, me dijo, las que traes  están llenas de leche de ÉL. Obedecí, me vestí con sus prendas y me acosté junto a ella, junto a mi putita, ella es, tal vez, la mujer que siempre quise ser.




VIKINGO MIRON



Share this article :
Copyright © 2011. Wide Girl - All Rights Reserved
Proudly powered by Blogger